En los procesos ideales de depuración de aguas residuales el agua en si pasa por diversos procesos, lugares y estados, es normal, pero no tan favorable, que sea contaminada por los diversos factores a los que es sometida, y para ayudar a mejorar su calidad, es importante tratarla para que vuelva a su estado natural, el proceso que se realiza para limpiar y evitar que los contaminantes lleguen a los distintos destinos del agua, se denomina depuración.
Tratamiento de RILes
Este proceso, de depuración de aguas residuales cuenta con 4 etapas, este puede tardar entre 24 y 48 horas dependiendo del estado de esta:
1.- Pretratamiento: Es en esta etapa donde se recibe el agua y se van eliminando los residuos de mayor tamaño, las cuales pueden hasta ser vistas, además de las grasas flotantes.
2.- Tratamiento Primario: Después de haber eliminado los residuos, el agua pasa a estanques denominados decantadores, donde se deja reposar. Es en este lugar donde se pueden ir separando los residuos, entre los flotantes y los más pesados, que se van al fondo de los estanques. Y al momento de ser separados, se van retirando de manera automática.
3.- Tratamiento Secundario: Cuando termina el proceso anterior, el agua es trasladada a grandes balsas, las cuales están pobladas por distintos tipos de bacterias, las cuales se van alimentando de los distintos restos orgánicos que quedan en estas aguas residuales. En este proceso es importante que el agua sea movida constantemente, con un motor potente, para que así las bacterias obtengan una gran cantidad de oxígeno y puedan seguir con su trabajo. Pasando luego de esto a otros estanques, quitando el fango o lodo restante.
4.- Tratamiento de Fangos: Aparte de lo hablado anteriormente, los fangos son pasados a otras instalaciones, para utilizarlos con sus diversas funciones y no dejarlos de lado, pueden servir como combustible o para producir energía.
De igual manera es importante recalcar la importancia de este proceso en las aguas, y es que los contaminantes que pueden llevar estas pueden no sólo dañar a las personas, sino que también el entorno en el cual vivimos.